LA BOBA
 
Andrés explica como hace la pisadita marca registrada D'Alessandro que deja siempre plantado a los Rivales.
La pisa, la muestra, la acaricia, la vuelve a mostrar, la trae, la exhibe nuevamente y de pronto sale hacia adelante, dejando a su eventual marcador un poco ma reado. La escena se vuelve habitual cada vez que juega River. O, mejor dicho, ya es un clásico del inventario de lujos que propone Andrés DAlessandro desde su botín izquierdo. La pisa, la muestra... El Cabezón se anima a hacerla ante cualquier rival. El domingo se atrevió con Gimnasia y no le escapó al desafío del Suple. En una mesa bien grande, en medias como para no rayar la fórmica, te enseña "su" jugada. "Una de las mejores que me salió fue en el partido del Mundial Sub 20 contra Francia. La agarré en el medio, hice la pausa, tiré la pisadita y busqué a Javier", relata y le pone puntos suspensivos al desenlace de la jugada. Un desenlace que se reprodujo cientos de veces en las pantallas argentinas. El Cabezón habilitó a Saviola, quien corrió y, como para no desentonar con el comienzo, la tocó con calidad y definió el partido. Alguna vez surgió. Acostumbrado a pisarla en las baldosas de baby, le dio forma en las Inferiores de River. "Fue en un partido de la Quinta durante el 99, cuando agarré continuidad. Me acuerdo de que se me vino un pibe y se la hice. Como me salió bien, después quedó", relata con la misma frescura que muestra al dejar paradito al que se le cruza. Tan famoso se hizo el movimiento que ya tiene nombre propio. La Boba, con mayúscula. "Se le ocurrió al Chacho Coudet. Un día estábamos haciendo un picado en el entrenamiento y me gritó: Dale, animate, salí con La Boba. Y ahí la bautizó -explica-. Pero en las prácticas generalmente no la hago porque prefiero jugar a un toque". La pisa, la muestra, la acaricia, la vuelve a mostrar... "Mirá, se hace así -dice, mientras sigue manteniendo el equilibrio con la pelota, esta vez acariciada por su media-. La empiezo con la izquierda y la pasó para la derecha, o al revés. Es un movimiento rápido". Sí, cuenta la jugada como si se tratara sencillamente de atarse los cordones de las zapatillas. "No es que la tiro cuando vamos ganando: es una manera para sacar ventaja en el juego, para desequilibrar en ataque. Generalmente, los muchachos no se enojan. Tal vez los que no me conocen se calientan, como pasó con algunos brasileños del Palmeiras. Igual, se sabe que no lo hago para cargar", advierte, aunque al mismo tiempo deja en claro que con este movimiento no se consagró como la estrella del River 2001: "Nosotros dependemos mucho de lo que haga Ariel -Ortega-. El es el hombre clave del equipo". La alegría no se acaba. "Así siento el fútbol, y no lo voy a cambiar", repite a cada rato. Y deja algún secreto. "Algunos ya saben cómo la hago. Por suerte, no me la quitan seguido. El día que me la adivinen no sé qué voy a hacer", bromea. Seguramente, algo nuevo inventará. Por lo pronto, Andrés aún no patentó esta fórmula afrodisíaca para los amantes del fútbol exquisito o de los lujos productivos, pero está claro que pertenece al copyright de su botín izquierdo. La pisa, la muestra, la acaricia, la vuelve a mostrar... "Bueno, todo no les puedo contar. Si no me la van a sacar", dice mientras tira La Boba, una y otra vez.
 
POR QUE LE PUSE LA BOBA
por Eduardo Coudet
 
Es simple: Andrés siempre hace lo mismo y todos los rivales se la morfan. Pin, pin, pin para un lado, sale para el otro y queda bien parado para seguir.

¿Por qué le puse La Boba a la pisadita que hace DAlessandro? Bueno, lindos, se los voy a contar. Algunos me preguntaban si es por la jugada del metegol, a ésa que en algunos lugares, bares, clubes de barrio o sociedades de fomento también se la llama "la pavota". Pero no, nada que ver. Más allá de que yo soy tan bueno en el metegol como en el ping pong -lo demuestro cada vez que jugamos con los muchachos en la concentración-, le puse La Boba por una sencilla razón: Andrés siempre hace lo mismo y todos los rivales se la morfan. ¿Cómo es esto? Muy simple: el Cabezón hace pin, pin, pin para un lado, la tira para el otro y queda posicionado para seguir corriendo, con el campo libre y con unos o dos tipos del contrario fuera de acción. Porque los rivales invariablemente quedan pagando, superados, sin chances de contenerlo. Y encima sale perfecto para la derecha, a pesar de que no es su perfil ideal.o se la vi hacer por primera vez en una práctica, una tarde en el Monumental y me sorprendió un poco. Pensé que era algo casual, pero la repetía cada vez que podía con una efectividad tremenda. Al conocerlo, todos nos dimos cuenta de que su intención no era cancherear, en absoluto, porque en los partidos arma La Boba ganando, empatando o perdiendo, en cualquier momento y ante cualquier adversario. Es una situación natural de su forma de jugar y de sentir el fútbol. Hasta ahora, los únicos que no lo entendieron de esa manera fueron los brasileños del Palmeiras, aquella noche que empatamos 3-3 por la Mercosur en Buenos Aires, cuando le tiraron patadas de todos los colores. Finalmente, quiero aclarar una cosita. Tirando caños, yo soy mucho mejor, ja-ja-ja. Además, Andrés debe haber aprendido estos lujos viendo videos míos cuando yo era chiquito y jugaba con mis amigos en Saavedra.

Fuente: Olé

 
Andrés D'Alessandro Unofficial Website     DALESSANDRO10.tripod.com   www.ELCAMPEONDELSIGLO.com